miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Que asusta mas de una guerra nuclear?

La guerra nuclear ... era la pesadilla colectiva de los años 40, 45 para ser mas especifico, cuando el mundo conoció a 2 grandes celebridades de la historia "little boy" y "fat man" ambas populares por su gran destrucción en Hiroshima y Nagasaki, así es eran las 2 primeras bombas nucleares usadas en guerra que el mundo conoció, a raíz de ello, cuando el mundo escuchaba la palabra "guerra", se desataba la histeria colectiva, los vendedores de "bunquers" anti bombas nucleares se hacían millonarios de la mañana a la noche sin exagerar, claro todo esto es comprensible, al final, como humanidad solo hemos presenciado ataques así una solo vez en la historia, y para los que sobrevivieron, la verdadera destrucción, no es ni la décima parte de lo que leemos en los libros de historia, pero bueno, ¿porque menciono la historia en un blog de psicología social?, muy simple, el blog se llama: impacto social y que tema mas impactante para una sociedad que el temor y la paranoia de ser alcanzados por una guerra nuclear.

Basándome en esta pregunta, hace ya un par de meses, inicie una investigación informal, sobre lo que la gente temia en las guerras, las respuestas se relacionaban directamente a el miedo de sufrir un daño grave o morir y que un conocido/familiar/amigo resultara herido, me encontré con respuestas mas "dramáticas" que hacían referencias a situaciones como el final del mundo (miedo que a pesar de sonar exagerado, tiene altas probabilidades de ser verdadero en un sentido antropológico) y situaciones apocalípticas, la interesante fue que estas respuestas tenían el común el cambio que habría después de una guerra nuclear, y que en general el miedo es hacia como afectaría la realidad de las personas empezando por la propia y la de aquellos que consideraban cercanos y esque como menciona "Lawrence Leshan" en su libro "Psicología de la guerra", la visión que tenemos, de nuestro entorno, nuestra realidad e incluso de nosotros mismos, es muy adiferente cuando estamos en paz, a cuando estamos en guerra,  es decir realmente resulto interesante como un individuo y una sociedad cambiaban su auto-concepto o mas bien como cambiarían su auto-concepto en una situación de guerra, ya que en las respuestas que obtuve, aparecían de manera contante comentarios como: "si no ganamos la guerra contra el narco, ¿como pretendemos defendernos en una guerra con países de primer mundo?" o "países como E.U.A, Japón y Rusia, entrarían a la guerra con un nombre de su lado, seria hasta cierto punto ridículo defender nuestra tierra con el nombre de México". Esto me dejo en claro que las sociedades, en este caso la mexicana, cambian la visión de si mismos, para después tomar un diferente enfoque, en este caso pienso se tomo una postura mas realista o cruda, el punto central es el cambio de perspectiva a nivel sociedad, teniendo en cuenta que como sociedad, nuestra auto-percepción, no es notablemente buena, si es orgullosa y un poco arrogante, esta podría cambiar a una un tanto mas humilde a falta de una mejor palabra.
Sun Tzu, en su popular libro "El arte de la guerra" dentro de las estrategias militares que escribió, menciona una que parece importante remarcar en este momento: "derrota a el enemigo primero en su casa, después en el campo de batalla", esto se a interpretado a lo que ahora como psicólogos y cientistas sociales llamamos, guerra psicológica, el infundir miedo, complejos de inferioridad o superioridad, etc, juegan un papel importante, dicho de modo mas coloquial, el ir con tus posibles enemigos y decir: ¡yo tengo el arma mas grande y poderosa! generara en ellos terror, angustia, competitividad y estrés, debilitandolos de manera progresiva como organismos políticos y sociales, esto dará una ventaja considerable en el campo de batalla, y es entonces cuando los estudiosos de las tensiones internacionales se preguntan: si no están diciendo esto desde décadas atras, ¿entonces si se esta planeando llegar a la guerra?, pregunta que para quienes se molestan en ver noticias, leer periódicos, los inquieta, y esto me llevo a otra pregunta que hice a lo largo de mi  investigación informal que era: ¿crees que habrá una guerra internacional/nuclear en los próximos 20 años?, las respuestas, no fueron concretas, pero destaco mucho la siguiente respuesta: "espero que no, pero, con tanto publicidad de armas y avances tecnológicos, nuevas y mas peligrosas bombas, pareciera que si lo habrá, y es mas pareciera inevitable" lo cual me hace suponer que en algún nivel, las sociedades, incluida o mas bien sobre todo la nuestra que es la mexicana, ya tiene una paranoia colectiva hacia la guerra y mas específicamente a la guerra nuclear.
En base a lo anteriormente expuesto, considero que el labor del cientista social, a "inaugurado" una nueva división que debiera interesarnos, y es la considerar la situación de tensión que hay globalmente con las noticias y publicaciones sobre armamento y guerras, considerar su efecto en las sociedades y buscar disminuir esta tensión en las mismas sociedades, de modo que si estas situaciones llegaran a darse, el frenesí, los miedos e histerias, se verían considerablemente reducidos, permitiéndose dar solución de maneras mas asertiva a los problemas que entonces surjan, debemos tomar cartas en el asunto y buscar que las sociedades racionalicen acerca de esto, que es una posibilidad verídica, pero que no es razón para alarmarse y estorbar en la construcción de soluciones y ayudar en la construcción de un equilibrio social.
Espero no haber sonado como un paranoico bélico y que hayan disfrutado de esta breve redacción,
GRACIAS POR LEERLO DE PRINCIPIO A FIN

Para información en relación con el articulo Leer:
El arte de la guerra, por: Sun Tzu
Psicología de la guerra, por Lawrence Leshan




Redacion: Gabriel
Subido por: Gabriel

Los Prejuicios Raciales Condicionan Inconscientemente Nuestras Decisiones






Psicólogos de la Universidad de Nueva York dirigidos por Elizabeth Phelps han detectado que muchas personas toman decisiones basándose en prejuicios raciales inconscientes. “Las decisiones en el mundo de los negocios, la ley, la educación, la medicina e incluso las interacciones cotidianas diarias dependen en gran medida de la confianza”, explican los autores, que en un trabajo publicado en la revista PNAS concluyen que en quién confiamos está condicionado por prejuicios raciales inconscientes. 



En sus experimentos, Phelps y sus colegas pidieron a 50 participantes de diversas razas que valoraran de forma “intuitiva” la fiabilidad de los individuos representados en más de 300 fotografías de hombres de raza negra, blanca, asiática, hispana y mestiza, en una escala del uno al nueve. Los investigadores descubrieron que las actitudes raciales implícitas de los participantes predecían desigualdades en la fiabilidad percibida de las caras negras y blancas. Los individuos cuyas pruebas demostraron un sesgo más fuerte hacia las personas de raza blanca eran más propensas a juzgar a los rostros de raza blanca como más fiables que el resto, con independencia de la raza del participante, las creencias explícitas o la tendencia política.

ESTRÉS LABORAL

El estrés ha sido identificado como uno de los riesgos emergentes más importantes en el panorama laboral actual y como uno de los principales retos para la seguridad y la salud a que se enfrentan las organizaciones.


 El estrés laboral es un conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento, ante situaciones nocivas del contenido, organización o entorno de trabajo; caracterizado por altos niveles de excitación y angustia, con la sensación de no poder hacer frente a la situación.
 La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se refiere al estrés laboral como una: "Enfermedad peligrosa para las economías industrializadoras y en vías de desarrollo; perjudicando a la producción, al afectar la salud física y mental de los trabajadores".


 Algunas de las principales características para el estrés laboral  son la carga mental de trabajo, la falta de control sobre las tareas, ambiente laboral inadecuado, sobrecarga de trabajo, responsabilidades y decisiones relevantes entre otros.


El exceso de trabajo produce  ESTRÉS LABORAL cuando el trabajador percibe que no posee la habilidad suficiente para realizar su tarea, pero esto no quiere decir que las situaciones de sobrecarga no la generen.


Dentro de los síntomas que se presentan por el estrés laboral son: la preocupación, inseguridad, ansiedad, dificultad para tomar decisiones, miedo, temor, pensamientos negativos sobre uno mismo, etc.

Es importante  diferenciar el ámbito laboral y el familiar, no llevarse trabajo o preocupaciones a casa y viceversa, organizar racionalmente el trabajo y  afrontar los problemas inmediatamente.



http://www.comexan.com.mx/boletin/abr-may-jun-07/6.pdf



DIANA ARNULFO GONZALEZ
Juana Hernández Martínez

IGUALDAD

La presentación de este escrito será breve y contundente, no existen palabras para describir lo que acabo de ver en un video, que de idea general se trata del maltrato animal, muchos podrán preguntarse ¿Qué tiene que ver con la parte social? Específicamente con Psicología Social, nunca pensé relacionarlo con la parte ambiental, incluso con la parte de prejuicios, posiblemente me equivoco, igual y no existe ese tipo de cosas para los animales. Desde mi perspectiva debe haberlo, pues actos como los que podrán observar en este video, no deberían de estar permitidos. QUE SE HAGA ALGO…HAGAMOS ALGO.

No se permita que el hombre por sentirse superior, supremo, omnipotente, ataque a especies que conviven en tiempo y espacio con nosotros, no es justo…

NO SE VALE…



Se pide discreción, serenidad y sobre todo una visión critíca para ver el video, contiene imagenes fuertes.
La información fue adquirida de http://www.laverdadsobrelacomida.info/
Luz Bernal

Prejuicios sociales

No tengas prejuicios sociales

Prejuicios sociales
Te pasas el día a día observando todo lo que te rodea y creándote ideas sobre lo que ves: quién va  detrás tuyo en la cola del supermercado, cómo va vestido, qué cara tiene; seguramente tu cerebro no reaccionará de la misma manera si esperas tu turno al lado de alguien trajeado, que usa un perfume caro; que si lo haces al lado de alguien que por su aspecto exageradamente descuidado te causa inseguridad.
Los prejuicios sociales hacen que nuestro cerebro crea que un hombre con corbata, buenos zapatos y portátil en mano es más de fiar que un indigente. Y que en cambio, alguien con no muy buen aspecto podría por ejemplo robarte. Y eso no funciona siempre así. Dudo mucho que alguien entre en un supermercado con su ordenador portátil y empiece a robar, ¿pero por qué no? Cosas más raras se han visto.
Con este ejemplo quiero darte a entender que nuestra fachada puede mostrar mil imágenes según el momento en el que nos encontremos, quién nos juzgue, el lugar, etc. Esto son prejuicios sociales.
Si ahora mismo sales de casa con tus peores trapos y te sientas en una esquina de tu calle a pedir, darás la imagen de ser un pobre y quienes no te conozcan y te vean te creerán; si te arreglas bien y te vas a una súper fiesta puedes pasar por un pijo si quieres, por un prepotente, por un ligón, por lo que quieras.
Si conoces a alguien y durante ese día no hablas mucho, aunque solo sea porque no te apetece, quizás te digan que eres muy callado y tímido. Pero si de lo contrario esa persona que no te conoce de nada te pilla en otro momento, la imagen que cogerá de ti será la de alguien muy abierto y sociable, aunque no te haya visto interactuar con nadie más.
Es curioso y gracioso: somos amables, bordes, simpáticos, cariñosos, distantes, tímidos, alegres, sociables, callados, impacientes, vagos, perseverantes, todo eso y más.
Pero no siempre; eso dependerá del momento y de la persona que nos pre juzgue sin antes conocernos de verdad. Los prejuicios sociales funcionan así, basta un rumor, un comentario sobre alguien o verle para juzgarlo de forma eclesiástica y decidir cuál es su verdadera personalidad en nuestra mente. Viste mal, entonces desconfía de él (por ejemplo).

elaboro: Monserrat Avila Galeana

fuente: http://revista-digital.verdadera-seduccion.com/prejuicios-sociales/

MUJER BRITÁNICA CONTRAE MATRIMONIO CON UN DELFÍN


Enero 2006.-  La ceremonia se llevó a cabo en Eliat, Israel, donde Sharon Tendler, una mujer londinense de 41 años, contrajo matrimonio con "Cindy", un delfín de 35. La historia de amor se remonta a principios de los 90, cuando ambos se conocieron durante una visita de Sharon al acuario. Desde entonces, la mujer  viajó año tras año para compartir tiempo con su adorado delfín. El "amor" fue creciendo y ella le propuso matrimonio, a lo que el delfín respondió afirmativamente (o al menos eso suponen).

Fuente: http://www.sabiasque.info/noticiascuriosas.htm

Juana Hernández Martínez