La muerte, esta palabra tiene consigo algunas o varias connotaciones al respecto, ya que el ser humano es tan materialista que es incapaz de desprenderse de aquello que cree suyo y ese miedo natural al olvido, pero más allá de todos esto, es el poder dar una explicación a este suceso.
Manejando esto respecto a la representación social que esla elaboración de un objeto social por una comunidad comprende tras conceptos importantes elaboración, objeto social y comunidad, sólo puede aparecer en grupos y sociedades en las que el discurso social incluye comunicación (Moscovici, 1963), cuando se habla de muerte lo primero que viene a la mente es la imagen de una parca, calavera, etc., esto gracias a los suceso elaborados en el pasado.
Todas estas imágenes que conocemos ahora surgieron hace mucho tiempo cuando el hombre buscaba una explicación o bien una imagen para intentar conocer aquello de los que no tiene control y esto es observable en cualquier cultura, un ejemplo, la cultura griega la cual por medio de los mitos daba explicación a cualquier situación siendo una de ellos la muerte, la cual era manipulada por tres Moiras personificación del destino (sus equivalentes son las parcas o fata en la mitología romana) las cuales recibían los siguientes nombres Cloto (hilandera) hilaba la hebra de vida desde su rueca hasta su huso, Láquesis (la que echa a suertes) medía el hilo de la vida de cada persona con su vara de medir y Átropos (inexorable o ‘inevitable) era quien cortaba el hilo de la vida. Elegía la forma en la que moría cada persona, y cuando su tiempo llegaba cortaba su hebra con «sus detestables tijeras». Esta no es más que un simple intento de explicar el por qué y quien causaba este suceso en la vida humana.
Lo anterior demuestra que el hombre siempre busca dar una explicación a cada situación nombrándola y tratando de controlarla, aquello que no puede explicar o controlar adquiere mayor interés o bien simplemente la necesidad de alejarse de ello lo más pronto posible, esto es lo que ocurre con la muerte, en nuestra sociedad se le da un giro algo diferente a este significado, ya que 1 y 2 de noviembrese coloca la ofrenda , la cual es ofrecida a las personas que ya han muerto, pero el trasfondo es más interesante ya que se ven englobadas algunas aspectos, es algo así como muerte me acuerdo de ti y te “respeto” pero tú no te acuerdes de mí, no es más que otra simple explicación sobre la muerte y lo que sucede después. Es más cada elemento que contiene la ofrenda, dependiendo cual sea ya que existe una variedad grande como lo es la ofrenda azteca, zapoteca, etc., las frutas, comida, agua, flor de cempasúchil, copal, veladoras, entre otros elemento agregados a la original, poseen un significado por decir alguna, las veladoras que no son más que la luz que ilumina el camino que los muertos han de recorrer para llegar a sus casas respectivamente para degustar lo que su familia les ha preparado, esto no deja de ser más que una “respuesta” a esa incógnita.
Obviamente ninguna de estas explicaciones sobre la muerte es científica o sustentada por alguna investigación, no es más que una simple formación de imagen al respecto y se lleva a cabo por ser trasmitida de generación a generación es claro que pueden existir sus excepciones.
Todo lo antes mencionado es un claro ejemplo de representación social, pues esto no es más que la elaboración de un objeto con un significado de por medio para poder explicar de una u otra manera lo que sucede en el entorno en el cual se desarrolla cada aspecto de la vida cotidiana.
El ser humano es tan sorprendente que es capaz de enajenarse o bien tratar de alejarse lo más posible de aquello que le resulta incomprensible. Pero es claro el deseo de poder dar nombre y rostro a todo lo que le rodea lo cual se parecía desde épocas remotas.
Zepeda Rodea Mónica Zuritzary
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