miércoles, 30 de noviembre de 2011

CUANDO SE PIERDE EL EMPLEO.

CUANDO SE PIERDE EL EMPLEO.
El análisis del impacto psicológico que produce el desempleo no genera, como es natural, nuevos puestos de trabajo que satisfagan las demandas prioritarias de estas personas (ayuda económica). Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el desempleado también manifiesta otras necesidades que son tanto o igualmente importantes y apremiantes que el sueldo, como disponer de un lugar en la sociedad, autoestima para poder funcionar y realizar actividades que son valoradas socialmente (Buendía, 2001).
Las consecuencias asociadas al desempleo dependen en gran medida de la etapa de cualitativa o del período de tiempo en el cual el sujeto se encuentra desempleado. A las que se ha denominado etapas del proceso psicopatológico del desempleo.

 Yáñez, (2005b), lo clasifica en periodos de tiempo:
 Los 6 primeros meses de desempleo, las personas atraviesan una crisis, durante los cuales presentan irritación, insomnio, ánimo cambiante, angustia por el futuro, etc. Esta es la fase que Buendía (2001) describe como “un momento en que el sujeto aun no asume bien su condición de desempleado haciéndole ver a los demás o a sí mismo, que aun es capaz de controlar la situación, como si estuviese tomando un período de vacaciones”.

 Durante los 12 meses siguientes al momento de desempleo, el sujeto pasa por una etapa de transición en la cual se agravan los síntomas anteriormente descritos, e incluso pudiéndose agregar episodios agresivos, nerviosos, de vergüenza y de culpa.

 A los 18 meses sobreviene un período de adaptación con ánimo depresivo, el cual se expresa en sentimientos de inferioridad, falta de porvenir, tristeza, fracaso y disminución de esperanza.

A  los 24 meses de estar desempleado el sujeto pasa por una etapa de ajuste: ya no busca trabajo sino que se resigna casi por completo a la idea, se muestra apático, asumiendo como parte de su identidad el estar desempleado.

Según Carlotto y Gobbi (2001), la persona que se encuentra desempleada y en búsqueda de empleo pasa por una serie de etapas que se diferencian cualitativamente de otras, muy similares a un empleado común, llevaría al síndrome del Burnout.

·         Etapa de idealismo y entusiasmo: el sujeto se muestra con alta energía en la búsqueda de empleo, llegando a tener incluso expectativas poco realistas sobre él, sus capacidades y lo que podría lograr o alcanzar.
·         Etapa de estancamiento: expectativas poco realistas lo lleva a disminuir sus acciones de búsqueda, e involucrando probablemente algunos cambios o repensando sus opciones de búsqueda y de vida profesional.
·         Etapa de Apatía: el sujeto se encuentra en el núcleo central de la fase de burnout, en la cual desarrolla poco interés en la búsqueda, evitación activa de las acciones, errores y situaciones de abandono de la búsqueda e incluso a veces de la profesión.
·         Etapa de distanciamiento: la persona está crónicamente frustrada en la búsqueda de empleo, existen sentimientos de vacío emocional y desvalorización.
Sea cuales sean las etapas, es seguro que este fenómeno en la vida de una persona pasa de ser un simple hecho a todo un proceso que involucra una serie de comportamientos, actitudes, sentimientos, etc. que de alguna forma experimenta a modo de crisis: un período de cambios rápidos y ajustes a dichos cambios.

Revista Internacional de Psicología ISSN 1818-1023
Vol.7 No.2

·         Psicología Aplicada & Consultaría (Sin año de edición – Sólo impreso). Asistencia al desempleo. Concepción, Chile.
·         Carlotto, M. y Gobbi, M. (2001). Desempleo y Síndrome de Burnout. Revista de Psicología de la Universidad de Chile, 10, 131-139.
Cristal Diaz

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