Paraíso de compra-venta, alquiler de cuerpos humanos, mercado de cuerpos humanos ó como vulgarmente se conoce en la actualidad “Prostitución”. Un problema que se centra en la violencia de género hacia la mujer, conlleva la discriminación por parte de las sociedades, además que atenta contra los derechos humanos y se considera como un negocio de mercancía humana. Desgraciadamente en varios países sigue perdurando la idea de que las mujeres se prostituyen “voluntariamente”, cuando la realidad es evitada y poco conocida por la mayoría de las sociedades; es decir, gran parte de las mujeres desde etapas muy tempranas del desarrollo son obligadas a insertarse en un ambiente de violencia sexual sin tener los recursos y características estructurales cognitivas suficientes para poder liberarse de ese maltrato físico y psicológico, de esta manera las mujeres desarrollan no solo enfermedades de trasmisión sexual, sino patologías a nivel psicológico que determinan su estancia prolongada en el “negocio de la prostitución”. Retomando las patologías a nivel psicológico, hoy se cuenta con investigaciones y estudios que determinan las secuelas más sobresalientes en las mujeres obligadas a prostituirse, el estrés postraumático y el síndrome de Estocolmo juegan un papel importante en la permanencia de este negocio, ya que las victimas por la situación en la que se encuentran, no cuentan con la capacidad suficiente para detectar las conductas de riesgo que las orillan a tomar una postura pasiva , pero por otra parte el agresor sabe que está haciendo de forma correcta su trabajo. Finalmente, recuerdo algún día haber asistido a un centro nocturno en el cual una mujer se desnudaba frente a mis ojos, hoy pienso en su mirada y recuerdo que no era una mirada de “prostituta feliz”, al contrario era una mirada que pedía a gritos ser libre de una violencia sexual, física y psicológica, por lo tanto, como se menciona en el artículo: “podrían cambiar las cosas si cambiáramos el punto de vista de la prostitución de “profesión más antigua” a la forma más común de abuso a menores”.
JORGE GERARDO NAVA ESQUIVEL
Realmente la prostitución es un negocio de los más antiguos históricamente. En la actualidad es impresionante saber que secuestran a mujeres jovenes mediante engaños de un buen empleo y ganar mucho dinero con la finalidad de prostituirlas. El sindrome de estocolmo es verdaderamente impresionate, ya que la victima termina desarrollando un apego hacia el secuestrador, aunque también debe de tomarse en cuenta que no solo es este sindrome, sino también surgen daños a nivel psiquico en la persona afectada. Por otra parte, cuando una mujer decide prostituirse sin que nadie la obligue, la sociedad la tacha con demasiados estereotipos que influyen sobre todo en la esfera social del individuo, afectando de cierta menera su integridad emocional, aunque claramente todo es subjetivo.
ResponderEliminarCreo que quien tiene un problema con la prostitución es el autor del artículo, él sí que se ha construido un mundo auténticamente irreal y sufre problemas psicológicos pq lo q dice no hay x donde cogerlo. Qué cantidad de tonterías juntas, o no conoce el tema o nos miente deliberadamente.
ResponderEliminarA eso que tu te refieres se llama trata de personas, se considera prostitucion a la accion en donde las dos partes deciden hacerlo, con una cantidad monetaria de por medio, ademas existen muchos tipos de prostitucion no solamente la del genero femenino. Nada que ver tu comentario de lastimosidad por una profesion, te recuerdo que el forzamiento es trata de personas y pienso que la pregunta correcta seria ¿necedad o nececidad?
ResponderEliminarA eso que tu te refieres se llama trata de personas, se considera prostitucion a la accion en donde las dos partes deciden hacerlo, con una cantidad monetaria de por medio, ademas existen muchos tipos de prostitucion no solamente la del genero femenino. Nada que ver tu comentario de lastimosidad por una profesion, te recuerdo que el forzamiento es trata de personas y pienso que la pregunta correcta seria ¿necedad o nececidad?
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