lunes, 7 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ NO CUIDAMOS EL PLANETA?


Hay un sin número de condiciones internas y externas que pueden impedir que una persona realice conductas ecológicas, en especial si éstas requieren mucho esfuerzo.
Algunos autores afirman que el comportamiento ecológico puede ser considerado como prosocial, ya que los esfuerzos de un individuo para realizar acciones proambientales son costosos en términos de tiempo y dinero y ofrecen pocos beneficios directos a la persona que las ejecuta (Schwartz, 1977)

Una persona puede realizar acciones a favor del medio ambiente debido a una motivación egoísta, ya sea porque espera recibir una recompensa o evadir un castigo, o porque busca reducir la angustia y el estrés personal que le produce percibir las consecuencias del deterioro ambiental, (Lee et al., 1999).

Tradicionalmente, se les ha señalado a las personas las razones por las cuales deben comportarse ecológicamente. Pero se habla muy poco de las razones por las cuales a veces es difícil actuar a pesar de que exista la intención de hacerlo.

A continuación explicaré brevemente algunos obstáculos que dificultan el desarrollo de acciones ecológicas.

1. Obstáculos objetivos: reducen la capacidad de una persona para participar en actividades particulares y existen independientemente de la percepción individual. Desde luego, las personas actúan con base a su percepción de la realidad y no simplemente debido a la existencia de estos obstáculos.

2. Dependencia visual: las personas nos apoyamos considerablemente en la información que captan nuestros ojos, debido a que la vista más que cualquier otro sentido, utiliza una gran parte de la corteza cerebral. La dependencia visual hace difícil que respondamos a los problemas que no podemos detectar de forma directa (Winter, 2004).

3. Atención selectiva: la puede ocasionar que a veces ignoremos información importante para la toma de decisiones, especialmente al encontrarnos bajo la presión de factores tales como el tiempo.
Para conducir un auto es importante que una persona preste atención a los indicadores internos (velocidad, temperatura, aceite, etc), a las señales de tráfico, a las luces del semáforo y a los vehículos que están a su alrededor, pero no es importante que se concentre en la contaminación que produce la quema de combustible de su motor, por lo tanto esta información es ignorada.

4. Adaptación sensorial: nuestro sistema nervioso detecta con mayor facilidad los cambios bruscos en el ambiente. Un estímulo que permanece constante o cambia muy lentamente, pierde su habilidad para activar la transmisión neuronal. Por consiguiente, los humanos podemos adaptarnos con facilidad a escenarios ambientales nocivos ya que los cambios que deterioran el medio ocurren de forma gradual (Winter, 2004).
El smog de una ciudad puede impactar a un visitante, pero las personas de esa ciudad han enfrentado el problema activando mecanismos de adaptación.

5. Cognición proximal: se refiere a la tendencia de las personas a motivarse más por los beneficios a corto plazo de manera que los beneficios futuros son menos atractivos que los beneficios recibidos en el presente, (Winter, 2004).
Podría ser difícil para una persona comprar en este instante un auto nuevo que no contamine o una nevera nueva, aunque estas acciones le ahorren gran cantidad de dinero a largo plazo.

6. Sesgo confirmatorio: ocurre cuando confrontamos nuestros pensamientos con la información disponible y cometemos el error de buscar información que confirme nuestros pensamientos en vez de fijarnos en la que podría ponerlos en duda. Este fenómeno se produce debido a que es muy difícil para las personas procesar y almacenar información que entra en conflicto con las actitudes y conceptos propios, dicho conflicto se conoce como disonancia cognitiva.
Una persona que esté en contra del uso de los fertilizantes químicos buscará información que resalte los efectos negativos que estas sustancias tienen sobre la naturaleza e ignorará aquella información donde se demuestre que en ocasiones no hay efectos, por considerarla metodológicamente defectuosa o económicamente motivada.

7. Regresión a la media: consiste en la tendencia de las personas a interpretar sucesos que ocurren al azar como consecuencia de la acción humana debido a la necesidad de creer que tenemos algún control sobre el mundo. Las personas en búsqueda de significado, son propensas a explicar los fenómenos en términos de acciones humanas, y consiguientemente malinterpretan sus acciones como causantes de algo puede estar sucediendo solo por casualidad.

8. Heurísticas: son atajos mentales muy útiles para hacer juicios en condiciones de información limitada y nos ayuda a tomar decisiones rápidas, sin embargo, no siempre funcionan, (Winter, 2004).

Winter (2004) recomienda que para convertirnos en ciudadanos ambientales podemos comenzar obteniendo mejor información para aprender más acerca de las consecuencias de nuestras acciones sobre el ambiente. Asimismo es importante notar y corregir nuestros errores de razonamiento, forzándonos a realizar argumentos para apreciar con mayor profundidad las dimensiones de un problema.
En la vida cotidiana no manejamos estas cantidades de manera que podamos desarrollar una comprensión de sus diferencias, relaciones y significados, por esta razón fácilmente nos perdemos en los números que nos muestran los reportes sobre medio ambiente y no conseguimos entender qué tan significativo es, por ejemplo, que 2 billones de personas carezcan de servicios de energía modernos mientras se invierten 500 billones de dólares anualmente en infraestructura energética, (Barbut, 2006).

(Edit Columba Garcia Malvaez)

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